Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Corintios 3:1-5 verso por verso
¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O acaso tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para ustedes, o de ustedes?
Ustedes son nuestra carta, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por todos los hombres.
Es evidente que ustedes son carta de Cristo, expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de corazones humanos.
Esta confianza tenemos delante de Dios, por medio de Cristo:
no que seamos suficientes en nosotros mismos, como para pensar que algo proviene de nosotros, sino que nuestra suficiencia proviene de Dios.