Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Corintios 7:1-6 verso por verso
Así que, amados, ya que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda impureza de cuerpo y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Recíbannos. A nadie hemos agraviado; a nadie hemos corrompido; a nadie hemos explotado.
No digo esto para condenarles; porque ya dije que están en nuestro corazón para juntos morir y juntos vivir.
Tengo mucha confianza en ustedes; mucho me glorío en ustedes; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en toda nuestra aflicción.
Cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo; más bien, en todo fuimos atribulados: de fuera conflictos, de dentro temores.
Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito.