• 2 Corintios 7:1

    Así que, amados, ya que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda impureza de cuerpo y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

  • 2 Corintios 7:2

    Recíbannos. A nadie hemos agraviado; a nadie hemos corrompido; a nadie hemos explotado.

  • 2 Corintios 7:3

    No digo esto para condenarles; porque ya dije que están en nuestro corazón para juntos morir y juntos vivir.

  • 2 Corintios 7:4

    Tengo mucha confianza en ustedes; mucho me glorío en ustedes; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en toda nuestra aflicción.

  • 2 Corintios 7:5

    Cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo; más bien, en todo fuimos atribulados: de fuera conflictos, de dentro temores.

  • 2 Corintios 7:6

    Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito.

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