Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Corintios 8:1-11 verso por verso
Ahora, hermanos, les hacemos conocer la gracia de Dios que ha sido concedida a las iglesias de Macedonia;
que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su extrema pobreza abundaron en las riquezas de su generosidad.
Porque doy testimonio de que espontáneamente han dado de acuerdo con sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas,
pidiéndonos con muchos ruegos que les concediéramos la gracia de participar en la ayuda para los santos.
Y superando lo que esperábamos, se dieron primeramente ellos mismos al Señor y a nosotros, por la voluntad de Dios.
De manera que exhortamos a Tito para que, así como ya había comenzado, también llevara a cabo esta gracia entre ustedes.
Por tanto, así como ya abundan en todo — en fe, en palabra, en conocimiento, en toda diligencia y en amor para con nosotros — abunden también en esta gracia.
No hablo como quien manda sino para poner también a prueba, por la eficacia de otros, la sinceridad del amor de ustedes.
Porque conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo que, siendo rico, por amor de ustedes se hizo pobre para que ustedes con su pobreza fueran enriquecidos.
Y en esto doy mi consejo; porque esto les conviene a ustedes que desde el año pasado tomaron la iniciativa, no solo para hacerlo sino también para quererlo hacer.
Ahora pues, lleven el hecho a su culminación para que, como fueron prontos a querer, así lo sean para cumplir conforme a lo que tienen.