Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 11:1-14 verso por verso
Entonces Roboam llegó a Jerusalén y reunió a los de la casa de Judá y de Benjamín, ciento ochenta mil guerreros escogidos, a fin de combatir contra Israel y devolver el reino a Roboam.
Pero la palabra del SEÑOR vino a Semaías, hombre de Dios, diciendo:
“Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a todos los israelitas que están en Judá y Benjamín, diciendo que
así ha dicho el SEÑOR: ‘No suban ni combatan contra sus hermanos. Vuélvanse cada uno a su casa, porque de parte mía ha sucedido esto’”. Ellos escucharon las palabras del SEÑOR y desistieron de ir contra Jeroboam.
Roboam habitó en Jerusalén y reedificó ciudades para la defensa de Judá.
Reedificó Belén, Etam, Tecoa,
Betsur, Soco, Adulam,
Gat, Maresa, Zif,
Adoraim, Laquis, Azeca,
Zora, Ajalón y Hebrón, ciudades fortificadas en Judá y en Benjamín.
También reforzó las fortificaciones y puso en ellas comandantes, provisiones, aceite y vino.
Proveyó escudos y lanzas a todas las ciudades, y las fortificó en gran manera. Así Judá y Benjamín le estaban sujetos.
Los sacerdotes y los levitas que estaban en todo Israel se pasaron a Roboam desde todo su territorio.
Los levitas abandonaban sus campos y sus posesiones, y se iban a Judá y a Jerusalén, porque Jeroboam y sus hijos los habían excluido de servir al SEÑOR como sacerdotes.