Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 15:3-12 verso por verso
Por mucho tiempo estuvo Israel sin el Dios verdadero, sin sacerdote que les enseñara, y sin ley.
Pero cuando en su tribulación se volvieron al SEÑOR Dios de Israel y lo buscaron, él se dejó hallar por ellos.
En aquellos tiempos no había paz ni para el que salía ni para el que entraba, porque había muchas aflicciones sobre todos los habitantes de los países.
Una nación era destruida por otra nación, y una ciudad por otra ciudad, porque Dios los turbaba con toda clase de calamidades.
Pero ustedes, esfuércense; no desfallezcan sus manos, porque su obra tiene recompensa”.
Cuando Asa oyó estas palabras y la profecía del profeta Oded, tomó ánimo y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, así como de las ciudades que él había tomado en la región montañosa de Efraín. También reparó el altar del SEÑOR que estaba delante del pórtico de la casa del SEÑOR.
Después reunió a todo Judá y Benjamín, y a los que residían con ellos de Efraín, Manasés y Simeón; pues muchos de Israel se habían pasado a él, al ver que el SEÑOR su Dios estaba con él.
Se reunieron, pues, en Jerusalén en el mes tercero del año quince del reinado de Asa.
Aquel día ofrecieron como sacrificio al SEÑOR, del botín que habían traído, setecientas vacas y siete mil ovejas.
Luego hicieron un pacto prometiendo que buscarían al SEÑOR, Dios de sus padres, con todo su corazón y con toda su alma;