Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 17:3-14 verso por verso
El SEÑOR estuvo con Josafat, porque anduvo en los primeros caminos de su padre David, y no acudió a los Baales.
Más bien, buscó al Dios de su padre, andando según sus mandamientos y no según las obras de Israel.
Por eso el SEÑOR afirmó el reino en su mano. Todo Judá daba presentes a Josafat, y él tuvo riquezas y gloria en abundancia.
Elevó su corazón hacia los caminos del SEÑOR, y quitó otra vez de Judá los lugares altos y los árboles rituales de Asera.
En el tercer año de su reinado envió a sus magistrados — Benjail, Abdías, Zacarías, Natanael y Micaías — , para que enseñaran en las ciudades de Judá.
Y con ellos, a los levitas Semaías, Netanías, Zebadías, Asael, Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías y Tob-adonías; y con los levitas, a los sacerdotes Elisama y Joram.
Ellos enseñaron en Judá, llevando consigo el libro de la Ley del SEÑOR. E hicieron una gira por todas las ciudades de Judá, instruyendo al pueblo.
El temor del SEÑOR cayó sobre todos los reinos de las tierras que estaban alrededor de Judá, y no hicieron guerra contra Josafat.
Algunos de los filisteos traían a Josafat presentes y tributos de plata. También los árabes le llevaban ganado: siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.
Josafat se fue engrandeciendo más y más, y edificó en Judá fortalezas y ciudades almacenes.
Tenía muchas provisiones en las ciudades de Judá. Él tenía en Jerusalén guerreros y hombres valientes.
Esta era la lista de ellos, según sus casas paternas: Los jefes de millares de Judá: el jefe Adnas, y con él, trescientos mil hombres valientes.