Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 18:1-14 verso por verso
Josafat tenía riquezas y gloria en abundancia, y emparentó con Acab.
Después de algunos años descendió a Samaria para visitar a Acab, por lo que Acab mató muchas ovejas y vacas para él y para la gente que estaba con él. Y lo persuadió a que subiera con él a Ramot de Galaad.
Acab, rey de Israel, preguntó a Josafat, rey de Judá: — ¿Irás conmigo a Ramot de Galaad? Y él le respondió: — Yo soy como eres tú, y mi pueblo como tu pueblo. Iremos contigo a la guerra.
Además, Josafat dijo al rey de Israel: — Por favor, consulta hoy la palabra del SEÑOR.
Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, a cuatrocientos hombres, y les preguntó: — ¿Iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o desistiré? Ellos respondieron: — Sube, porque Dios la entregará en mano del rey.
Entonces preguntó Josafat: — ¿No hay aquí todavía algún profeta del SEÑOR, para que consultemos por medio de él?
El rey de Israel respondió a Josafat: — Todavía hay un hombre por medio del cual podríamos consultar al SEÑOR; pero yo lo aborrezco, porque no me profetiza el bien, sino el mal, todos sus días. Es Micaías hijo de Imla. Josafat respondió: — No hable así el rey.
Entonces el rey de Israel llamó a un funcionario y le dijo: — Trae pronto a Micaías hijo de Imla.
El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, vestidos con sus vestiduras reales, estaban sentados, cada uno en su trono, en la era a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas profetizaban delante de ellos.
Sedequías hijo de Quenaana se había hecho unos cuernos de hierro y decía: — Así ha dicho el SEÑOR: “¡Con estos embestirás a los sirios, hasta acabar con ellos!”.
Y todos los profetas profetizaban de la misma manera, diciendo: — Sube a Ramot de Galaad y triunfa, porque el SEÑOR la entregará en mano del rey.
El mensajero que había ido a llamar a Micaías le habló diciendo: — He aquí, las palabras de los profetas unánimemente anuncian el bien al rey. Sea, pues, tu palabra como la de uno de ellos, y anuncia el bien.
Pero Micaías respondió: — ¡Vive el SEÑOR, que lo que mi Dios me diga, eso hablaré! Llegó al rey,
y el rey le preguntó: — Micaías, ¿iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o desistiré? Él respondió: — Suban y triunfen, porque serán entregados en su mano.