Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 18:9-14 verso por verso
El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, vestidos con sus vestiduras reales, estaban sentados, cada uno en su trono, en la era a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas profetizaban delante de ellos.
Sedequías hijo de Quenaana se había hecho unos cuernos de hierro y decía: — Así ha dicho el SEÑOR: “¡Con estos embestirás a los sirios, hasta acabar con ellos!”.
Y todos los profetas profetizaban de la misma manera, diciendo: — Sube a Ramot de Galaad y triunfa, porque el SEÑOR la entregará en mano del rey.
El mensajero que había ido a llamar a Micaías le habló diciendo: — He aquí, las palabras de los profetas unánimemente anuncian el bien al rey. Sea, pues, tu palabra como la de uno de ellos, y anuncia el bien.
Pero Micaías respondió: — ¡Vive el SEÑOR, que lo que mi Dios me diga, eso hablaré! Llegó al rey,
y el rey le preguntó: — Micaías, ¿iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o desistiré? Él respondió: — Suban y triunfen, porque serán entregados en su mano.