Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 2:3-7 verso por verso
Salomón también envió a decir a Hiram, rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con mi padre David al enviarle cedro, para que edificara para sí una casa en que habitar.
He aquí, yo voy a construir una casa al nombre del SEÑOR mi Dios, a fin de consagrársela para quemar incienso aromático delante de él, para la presentación continua de los panes, y para los holocaustos de la mañana, de la tarde, de los sábados, de las lunas nuevas y de las fiestas solemnes del SEÑOR nuestro Dios, lo que a Israel le corresponde ofrecer perpetuamente.
La casa que voy a construir será grande, porque nuestro Dios es más grande que todos los dioses.
Pero, ¿quién ha de ser capaz de construirle una casa, siendo que los cielos y los cielos de los cielos no lo pueden contener? ¿Quién, pues, soy yo para que le construya una casa, aunque sea solo para quemar incienso delante de él?
Ahora pues, envíame un hombre hábil para trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en púrpura, en carmesí y en material azul, y que sea experto en tallados, para que trabaje junto con los que están conmigo en Judá y en Jerusalén, a quienes ha preparado mi padre David.