Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 21:1-14 verso por verso
Josafat reposó con sus padres y fue sepultado con ellos en la Ciudad de David. Y su hijo Joram reinó en su lugar.
Joram tenía estos hermanos, hijos de Josafat: Azarías, Yejiel, Zacarías, Azariahu, Micael y Sefatías. Todos estos eran hijos de Josafat, rey de Judá.
Su padre les había dado muchos regalos de plata, oro y cosas preciosas, junto con ciudades fortificadas en Judá; pero a Joram le había dado el reino, porque él era el primogénito.
Joram ascendió al trono de su padre, y después que se hizo fuerte, mató a espada a todos sus hermanos y también a algunos de los jefes de Israel.
Joram tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén.
Él anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab, porque tenía por mujer a una hija de Acab. E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR.
Sin embargo, el SEÑOR no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto que había hecho con David. Porque había prometido darle una lámpara a él, y a sus hijos, continuamente.
En sus días Edom se rebeló contra el dominio de Judá, y constituyeron un rey sobre ellos.
Entonces Joram fue con sus oficiales y todos sus carros con él. Y sucedió que levantándose de noche, atacó a los edomitas que los habían cercado a él y a los jefes de los carros.
Así se rebeló Edom contra el dominio de Judá, hasta el día de hoy. Por aquel tiempo, también Libna se rebeló contra su dominio, porque él había abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres.
Además, edificó lugares altos en los montes de Judá e hizo que los habitantes de Jerusalén se prostituyeran; y a lo mismo empujó a Judá.
Entonces le llegó una carta del profeta Elías que decía: Así ha dicho el SEÑOR, Dios de tu padre David: “Por cuanto no has andado en los caminos de tu padre Josafat ni en los caminos de Asa, rey de Judá,
sino que has andado en los caminos de los reyes de Israel y has hecho que Judá y los habitantes de Jerusalén se prostituyan, como se ha prostituido la casa de Acab, y además has asesinado a tus hermanos, a la familia de tu padre, los cuales eran mejores que tú,
he aquí que por eso el SEÑOR traerá una gran plaga sobre tu pueblo, sobre tus hijos, sobre tus mujeres y sobre todos tus bienes.