Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 22:7-14 verso por verso
La caída de Ocozías, al visitar a Joram, ocurrió de parte de Dios, pues cuando llegó, salió con Joram contra Jehú hijo de Nimsi, al cual el SEÑOR había ungido para que exterminara a la casa de Acab.
Y sucedió que cuando Jehú ejecutaba juicio contra la casa de Acab, encontró a los jefes de Judá y a los hijos de los hermanos de Ocozías, que servían a Ocozías, y los mató.
Después mandó buscar a Ocozías, y lo capturaron en Samaria, donde se había escondido; lo llevaron a Jehú y lo mataron. Y le dieron sepultura, porque dijeron: “Era hijo de Josafat, quien buscó al SEÑOR con todo su corazón”. No quedó nadie de la casa de Ocozías para retener el poder del reino.
Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, se levantó y exterminó a toda la descendencia real de la casa de Judá.
Pero Josabet, hija del rey, tomó a Joás hijo de Ocozías, lo sacó a escondidas de entre los hijos del rey a quienes estaban dando muerte, y puso a él y a su nodriza en un dormitorio. Josabet, hija del rey Joram y mujer del sacerdote Joyada (siendo ella hermana de Ocozías), lo escondió de Atalía, para que no lo matara.
Y estuvo escondido con ellos en la casa de Dios seis años. Entre tanto, Atalía reinaba en el país.