• 2 Crónicas 28:16

    En aquel tiempo el rey Acaz envió a pedir ayuda al rey de Asiria,

  • 2 Crónicas 28:17

    porque otra vez habían venido los edomitas y habían atacado a los de Judá, llevándose cautivos.

  • 2 Crónicas 28:18

    Asimismo, los filisteos habían hecho una incursión en las ciudades de la Sefela y del Néguev de Judá, y habían tomado Bet-semes, Ajalón, Gederot, Soco con sus aldeas, Timna con sus aldeas y Gimzo con sus aldeas; y habitaron en ellas.

  • 2 Crónicas 28:19

    Ciertamente el SEÑOR humilló a Judá por causa de Acaz, rey de Judá, porque él había permitido la corrupción en Judá y había actuado gravemente contra el SEÑOR.

  • 2 Crónicas 28:20

    Tiglat-pileser, rey de Asiria, vino a él, pero lo redujo a estrechez en lugar de fortalecerlo.

  • 2 Crónicas 28:21

    A pesar de que Acaz había despojado la casa del SEÑOR, la casa del rey y las casas de los gobernadores, para darlo al rey de Asiria, este no le prestó ayuda.

  • 2 Crónicas 28:22

    En el tiempo de su aflicción el rey Acaz persistió en su infidelidad al SEÑOR,

  • 2 Crónicas 28:23

    porque ofreció sacrificios a los dioses de Damasco que lo habían derrotado. Y dijo: “Puesto que los dioses de los reyes de Siria les ayudan, yo también les ofreceré sacrificios, para que me ayuden a mí”. Pero ellos fueron los que lo hicieron fracasar a él y a todo Israel.

  • 2 Crónicas 28:24

    Además de esto, Acaz recogió los utensilios de la casa de Dios. Destrozó los utensilios de la casa de Dios, y cerró las puertas de la casa del SEÑOR. Se hizo altares en todos los rincones de Jerusalén.

  • 2 Crónicas 28:25

    E hizo lugares altos en todas las ciudades de Judá, para quemar incienso a otros dioses, provocando a ira al SEÑOR, Dios de sus padres.

  • 2 Crónicas 28:26

    Los demás hechos de Acaz, todos sus caminos, los primeros y los últimos, he aquí que están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel.

  • 2 Crónicas 28:27

    Acaz reposó con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de Jerusalén, pero no lo pusieron en los sepulcros de los reyes de Israel. Y su hijo Ezequías reinó en su lugar.

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