Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 29:12-24 verso por verso
Entonces se levantaron los levitas Majat hijo de Amasai y Joel hijo de Azarías, de los hijos de Cohat; Quis hijo de Abdi y Azarías hijo de Jehalelel, de los hijos de Merari; Jóaj hijo de Zima y Edén hijo de Jóaj, de los hijos de Gersón;
Simri y Jeiel, de los hijos de Elizafán; Zacarías y Matanías, de los hijos de Asaf;
Yejiel y Simi, de los hijos de Hemán: Semaías y Uziel, de los hijos de Jedutún.
Estos reunieron a sus hermanos, se purificaron y entraron para limpiar la casa del SEÑOR, conforme al mandato del rey, basado en la palabra del SEÑOR.
Los sacerdotes entraron en la parte interior de la casa del SEÑOR para limpiarla. Sacaron al atrio de la casa del SEÑOR toda la inmundicia que hallaron en el templo del SEÑOR, y los levitas la tomaron para sacarla fuera, al arroyo de Quedrón.
Comenzaron a purificarlo el primero del mes primero. El octavo día del mismo mes entraron en el pórtico del SEÑOR y purificaron la casa del SEÑOR en ocho días. Y acabaron el día dieciséis del mes primero.
Luego pasaron adentro, ante el rey Ezequías, y le dijeron: — Ya hemos limpiado toda la casa del SEÑOR, el altar del holocausto y todos sus utensilios; igualmente, la mesa de la presentación y todos sus utensilios.
Asimismo, hemos preparado y consagrado todos los utensilios que en su infidelidad había puesto de lado el rey Acaz mientras reinaba. He aquí, ellos están delante del altar del SEÑOR.
El rey Ezequías se levantó muy de mañana, reunió a los dirigentes de la ciudad y subió a la casa del SEÑOR.
Llevaron siete toros, siete carneros, siete corderos y siete machos cabríos para hacer un sacrificio por el pecado a favor del reino, del santuario y de Judá. Y mandó a los sacerdotes hijos de Aarón que los ofrecieran como holocausto sobre el altar del SEÑOR.
Entonces mataron los toros, y los sacerdotes tomaron la sangre y la esparcieron sobre el altar. Mataron luego los carneros y esparcieron la sangre sobre el altar. Asimismo, mataron los corderos y esparcieron la sangre sobre el altar.
Después hicieron acercar ante el rey y la multitud los machos cabríos de la ofrenda por el pecado, y pusieron sus manos sobre ellos.
Entonces los sacerdotes los degollaron y con su sangre hicieron un sacrificio por el pecado en el altar, para hacer expiación por todo Israel. Porque el rey había ordenado el holocausto y el sacrificio por el pecado, por todo Israel.