Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 3:3-14 verso por verso
Estas son las medidas (de acuerdo con el patrón de medida) que Salomón determinó para construir la casa de Dios: Era de veintisiete metros de largo y de nueve metros de ancho.
El pórtico, que estaba en la parte frontal del templo, tenía nueve metros de largo, como el ancho del edificio, y cincuenta y cuatro metros de alto. Y lo revistió por dentro de oro puro.
Cubrió la sala mayor con madera de ciprés; la recubrió de oro de buena calidad, y encima grabó figuras de palmeras y cadenas.
También revistió la sala con piedras preciosas para ornamento. Y el oro era oro de Parvaim.
Así que recubrió de oro la sala, las vigas, los umbrales, sus paredes y sus puertas. Y talló querubines sobre las paredes.
Hizo también la sala del lugar santísimo; era de nueve metros de largo, según el ancho del frente del edificio, y de nueve metros de ancho. Luego la recubrió con unos veinte mil kilos de oro de buena calidad.
Los clavos pesaban quinientos cincuenta kilos de oro. También recubrió de oro las salas superiores.
Hizo también en la sala del lugar santísimo dos querubines, obra de escultura, a los cuales recubrió de oro.
Las alas de los querubines eran de nueve metros de largo. El ala del uno tenía dos metros y llegaba hasta una pared de la sala; y la otra ala, de dos metros, tocaba el ala del otro querubín.
El ala del otro querubín, de dos metros, también llegaba hasta la pared de la sala; y la otra ala, de dos metros, tocaba el ala del otro querubín.
Las alas de estos querubines estaban extendidas en un espacio de nueve metros. Ellos estaban de pie, con sus rostros hacia el centro de la sala.
Hizo también el velo de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino fino; y en el mismo hizo bordar querubines.