• 2 Crónicas 3:4

    El pórtico, que estaba en la parte frontal del templo, tenía nueve metros de largo, como el ancho del edificio, y cincuenta y cuatro metros de alto. Y lo revistió por dentro de oro puro.

  • 2 Crónicas 3:5

    Cubrió la sala mayor con madera de ciprés; la recubrió de oro de buena calidad, y encima grabó figuras de palmeras y cadenas.

  • 2 Crónicas 3:6

    También revistió la sala con piedras preciosas para ornamento. Y el oro era oro de Parvaim.

  • 2 Crónicas 3:7

    Así que recubrió de oro la sala, las vigas, los umbrales, sus paredes y sus puertas. Y talló querubines sobre las paredes.

  • 2 Crónicas 3:8

    Hizo también la sala del lugar santísimo; era de nueve metros de largo, según el ancho del frente del edificio, y de nueve metros de ancho. Luego la recubrió con unos veinte mil kilos de oro de buena calidad.

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