Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 3:4-9 verso por verso
El pórtico, que estaba en la parte frontal del templo, tenía nueve metros de largo, como el ancho del edificio, y cincuenta y cuatro metros de alto. Y lo revistió por dentro de oro puro.
Cubrió la sala mayor con madera de ciprés; la recubrió de oro de buena calidad, y encima grabó figuras de palmeras y cadenas.
También revistió la sala con piedras preciosas para ornamento. Y el oro era oro de Parvaim.
Así que recubrió de oro la sala, las vigas, los umbrales, sus paredes y sus puertas. Y talló querubines sobre las paredes.
Hizo también la sala del lugar santísimo; era de nueve metros de largo, según el ancho del frente del edificio, y de nueve metros de ancho. Luego la recubrió con unos veinte mil kilos de oro de buena calidad.
Los clavos pesaban quinientos cincuenta kilos de oro. También recubrió de oro las salas superiores.