Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 33:14-25 verso por verso
Después de esto edificó la muralla exterior de la Ciudad de David, al oeste de Guijón, en el valle, hasta la entrada de la puerta del Pescado, y cercó el Ofel, elevándola mucho. También puso oficiales del ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.
Quitó de la casa del SEÑOR los dioses extraños y el ídolo, asimismo todos los altares que había edificado en el monte de la casa del SEÑOR y en Jerusalén; y los echó fuera de la ciudad.
Luego restauró el altar del SEÑOR, y sobre él ofreció sacrificios de paz y de acción de gracias, y mandó a los de Judá que sirvieran al SEÑOR Dios de Israel.
Sin embargo, el pueblo seguía ofreciendo sacrificios en los lugares altos, aunque solo al SEÑOR su Dios.
Los demás hechos de Manasés, su oración a su Dios y las palabras de los videntes que le hablaron en nombre del SEÑOR Dios de Israel, he aquí que están escritos en las crónicas de los reyes de Israel.
Asimismo, su oración y cómo fue escuchado, todo su pecado e infidelidad, los sitios donde edificó lugares altos y puso árboles rituales de Asera e imágenes, antes de que se humillara, he aquí que están escritos en las crónicas de los videntes.
Manasés reposó con sus padres, y lo sepultaron en su casa. Y su hijo Amón reinó en su lugar.
Amón tenía veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén.
Él hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, como había hecho su padre Manasés. Amón ofrecía sacrificios y rendía culto a todos los ídolos que había hecho su padre Manasés.
Pero nunca se humilló delante del SEÑOR, como se humilló su padre. Al contrario, Amón añadió más a su culpa.
Sus servidores conspiraron contra él y lo mataron en su casa.
Pero el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón. Luego, en su lugar, el pueblo de la tierra proclamó rey a su hijo Josías.