Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Crónicas 6:2-11 verso por verso
Y yo te he edificado una casa sublime, una morada donde habites para siempre”.
El rey se volvió y bendijo a toda la congregación de Israel. Y toda la congregación de Israel estaba de pie.
Entonces dijo: “¡Bendito sea el SEÑOR Dios de Israel!, quien con su mano ha cumplido lo que con su boca prometió a mi padre David, diciendo:
‘Desde el día en que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, no había elegido ninguna ciudad de todas las tribus de Israel para edificar una casa donde estuviera mi nombre ni había elegido un hombre que fuera el soberano sobre mi pueblo Israel.
Pero elegí Jerusalén para que allí estuviera mi nombre, y elegí a David para que estuviera al frente de mi pueblo Israel’.
“Estuvo en el corazón de mi padre David el anhelo de edificar una casa al nombre del SEÑOR Dios de Israel.
Pero el SEÑOR dijo a mi padre David: ‘Por cuanto ha estado en tu corazón el anhelo de edificar una casa a mi nombre, has hecho bien al tener esto en tu corazón.
Sin embargo, tú no edificarás la casa, sino tu hijo que te nacerá, él edificará la casa a mi nombre’.
“El SEÑOR ha cumplido su promesa que había hecho, y yo me he levantado en lugar de mi padre David. Me he sentado en el trono de Israel, como el SEÑOR había prometido, y he edificado la casa al nombre del SEÑOR Dios de Israel.
Y he puesto allí el arca, en la cual está el pacto del SEÑOR que él hizo con los hijos de Israel”.