• 2 Crónicas 9:20

    Todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, y toda la vajilla de la Casa del Bosque del Líbano era de oro fino. En los días de Salomón la plata no era estimada para nada.

  • 2 Crónicas 9:21

    Porque los barcos del rey iban a Tarsis con los siervos de Hiram; y una vez cada tres años venían los barcos de Tarsis trayendo oro, plata, marfil, monos y pavos reales.

  • 2 Crónicas 9:22

    El rey Salomón superaba a todos los reyes de la tierra en riqueza y en sabiduría.

  • 2 Crónicas 9:23

    Y todos los reyes de la tierra procuraban estar en la presencia de Salomón para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón.

  • 2 Crónicas 9:24

    Año tras año cada uno de ellos le llevaba su presente: objetos de plata, objetos de oro, vestiduras, armas, perfumes, caballos y mulos.

  • 2 Crónicas 9:25

    Salomón tenía cuatro mil establos para los caballos y los carros. También tenía doce mil jinetes, a los cuales puso en las ciudades de los carros, y en Jerusalén junto al rey.

  • 2 Crónicas 9:26

    Él gobernaba sobre todos los reyes, desde el Río hasta la tierra de los filisteos y hasta la frontera con Egipto.

  • 2 Crónicas 9:27

    El rey hizo que la plata fuera tan común en Jerusalén como las piedras, y que el cedro fuera tan abundante como los sicómoros que hay en la Sefela.

  • 2 Crónicas 9:28

    También importaban caballos para Salomón, de Egipto y de todos los países.

  • 2 Crónicas 9:29

    Los demás hechos de Salomón, los primeros y los últimos, ¿no están escritos en las palabras del profeta Natán, en la profecía de Ajías de Silo y en las visiones del vidente Ido acerca de Jeroboam hijo de Nabat?

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