Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Pedro 3:8-10 verso por verso
Pero, amados, una cosa no pasen por alto: que delante del Señor un día es como mil años y mil años como un día.
El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; más bien, es paciente para con ustedes porque no quiere que nadie se pierda sino que todos procedan al arrepentimiento.
Pero el día del Señor vendrá como ladrón. Entonces los cielos pasarán con grande estruendo; los elementos, ardiendo, serán deshechos; y la tierra y las obras que están en ella serán consumidas.