Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Reyes 17:29-35 verso por verso
Pero cada pueblo seguía haciendo sus propios dioses y los ponía en los santuarios de los lugares altos que habían hecho los de Samaria. Cada pueblo hizo así en la ciudad donde habitaba.
Los hombres de Babilonia hicieron una imagen de Sucot-benot; los de Cuta hicieron una imagen de Nergal; los de Hamat hicieron una imagen de Asima;
los aveos hicieron imágenes de Nibjaz y de Tartac; y los de Sefarvaim quemaban a sus hijos en el fuego en honor de Adramelec y Anamelec, dioses de Sefarvaim.
También temían al SEÑOR e hicieron para sí, de entre ellos mismos, sacerdotes de los lugares altos, que oficiaban por ellos en los santuarios de los lugares altos.
Temían al SEÑOR, pero servían a sus dioses, según las prácticas de los pueblos de donde habían sido trasladados.
Hasta el día de hoy persisten en sus prácticas antiguas: No temen al SEÑOR; no actúan conforme a sus estatutos ni a sus decretos ni conforme a la ley y los mandamientos que el SEÑOR mandó a los hijos de Jacob, a quien puso por nombre Israel,
y con quienes el SEÑOR hizo un pacto y les mandó diciendo: “No temerán a otros dioses ni los adorarán ni les servirán ni les ofrecerán sacrificio.