Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Reyes 2:18-22 verso por verso
Cuando volvieron a él, que se había quedado en Jericó, les dijo: — ¿No les dije que no fueran?
Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: — He aquí, el lugar de esta ciudad es bueno, como lo ve mi señor; pero las aguas son malas, y la tierra es estéril.
Entonces él dijo: — Tráiganme una vasija nueva y pongan en ella sal. Se la trajeron.
Y salió al manantial de las aguas, echó dentro la sal y dijo: — Así ha dicho el SEÑOR: “Yo saneo estas aguas, y no habrá en ellas más muerte ni esterilidad”.
Y así fueron saneadas las aguas hasta el día de hoy, conforme a las palabras que Eliseo pronunció.