Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Reyes 20:12-19 verso por verso
En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un presente a Ezequías, porque había oído que Ezequías había estado enfermo.
Ezequías se alegró por ellos y les mostró toda la casa de sus tesoros: la plata, el oro, los perfumes y los ungüentos finos, su armería y todo lo que había en sus depósitos. No hubo cosa que Ezequías no les mostrara en su casa y en todos sus dominios.
Entonces el profeta Isaías fue al rey Ezequías y le preguntó: — ¿Qué dijeron aquellos hombres, y de dónde vinieron a ti? Ezequías respondió: — Han venido de un país lejano, de Babilonia.
Él preguntó: — ¿Qué han visto en tu casa? Y Ezequías respondió: — Han visto todo lo que hay en mi casa; nada hay en mis depósitos que no les haya mostrado.
Entonces Isaías dijo a Ezequías: — Escucha la palabra del SEÑOR:
“He aquí, vienen días en que todo lo que hay en tu casa, lo que tus padres han atesorado hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia. No quedará nada, ha dicho el SEÑOR.
Y de tus hijos que procederán de ti, que tú habrás engendrado, tomarán para que sean eunucos en el palacio del rey de Babilonia”.
Ezequías dijo a Isaías: — La palabra del SEÑOR que has hablado es buena. Porque pensó: “¿No habrá paz y estabilidad en mis días?”.