Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Reyes 3:1-20 verso por verso
Joram hijo de Acab comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, en el año dieciocho de Josafat, rey de Judá; y reinó doce años.
Él hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, aunque no como su padre y su madre, porque quitó la piedra ritual de Baal que había hecho su padre.
Sin embargo, persistió en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, quien hizo pecar a Israel, y no se apartó de ellos.
Mesa, rey de Moab, que era ganadero, pagaba al rey de Israel como tributo cien mil corderos, más la lana de otros cien mil carneros.
Pero sucedió que cuando murió Acab, el rey de Moab se rebeló contra el rey de Israel.
Entonces el rey Joram salió de Samaria y pasó revista a todo Israel.
También fue y envió a decir a Josafat, rey de Judá: — El rey de Moab se ha rebelado contra mí. ¿Irás conmigo a la guerra contra Moab? Él respondió: — Sí, iré. Yo soy como tú eres; mi pueblo es como tu pueblo, y mis caballos son como tus caballos.
— Y añadió — : ¿Por qué camino iremos? Joram respondió: — Por el camino del desierto de Edom.
Partieron, pues, el rey de Israel, el rey de Judá y el rey de Edom, y dieron un rodeo de siete días, hasta que les faltó agua para el ejército y para los animales que los acompañaban.
Entonces el rey de Israel dijo: — ¡Ay! ¡El SEÑOR ha traído a estos tres reyes para entregarlos en mano de los moabitas!
Y Josafat preguntó: — ¿No hay aquí algún profeta del SEÑOR, para que consultemos al SEÑOR por medio de él? Uno de los servidores del rey de Israel respondió diciendo: — Aquí está Eliseo hijo de Safat, el que solía verter agua en las manos de Elías.
Y Josafat dijo: — La palabra del SEÑOR está con él. El rey de Israel, Josafat y el rey de Edom fueron a él,
y Eliseo dijo al rey de Israel: — ¿Qué tengo yo que ver contigo? ¡Vete a los profetas de tu padre y a los profetas de tu madre! Pero el rey de Israel le respondió: — No, porque el SEÑOR ha convocado a estos tres reyes para entregarlos en mano de los moabitas.
Entonces Eliseo dijo: — ¡Vive el SEÑOR de los Ejércitos, a quien sirvo, que si yo no tuviera respeto por Josafat, rey de Judá, no te atendería ni te miraría.
Pero ahora, tráiganme un músico. Sucedió que mientras el músico tañía, la mano del SEÑOR vino sobre Eliseo,
y este dijo: — Así ha dicho el SEÑOR: “Hagan varios diques en este valle.
Porque así ha dicho el SEÑOR: No verán viento ni lluvia, pero este valle se llenará de agua; y beberán ustedes, sus animales y su ganado”.
Esto es poca cosa a los ojos del SEÑOR; él también entregará a los moabitas en su mano.
Y destruirán toda ciudad fortificada y toda ciudad importante. Derribarán todos los árboles buenos, cegarán todos los manantiales de agua y arruinarán con piedras todo campo fértil.
Aconteció que por la mañana, a la hora en que se suele presentar la ofrenda vegetal, he aquí que llegaron las aguas por el camino de Edom, y la tierra se llenó de agua.