Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Reyes 4:18-23 verso por verso
Cuando el niño creció, sucedió cierto día que fue a donde estaban su padre y los segadores.
Y dijo a su padre: — ¡Mi cabeza, mi cabeza! Y el padre dijo a su criado: — Llévalo a su madre.
Lo tomó y lo llevó a su madre. El niño estuvo recostado sobre las rodillas de ella hasta el mediodía; luego murió.
Entonces ella subió, lo acostó sobre la cama del hombre de Dios, cerró la puerta y salió.
Después llamó a su marido y le dijo: — Te ruego que me mandes uno de los criados y una de las asnas, para que yo corra hacia el hombre de Dios y regrese.
Él preguntó: — ¿Para qué vas a verlo hoy? No es luna nueva ni sábado. Y ella respondió: — Paz.