Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Reyes 4:24-27 verso por verso
Después hizo aparejar el asna y dijo a su criado: — Toma la rienda y anda. No te detengas por mí en el viaje, a menos que yo te lo diga.
Ella se marchó y llegó a donde estaba el hombre de Dios, en el monte Carmelo. Y sucedió que cuando el hombre de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Guejazi: — He allí la sunamita.
Ahora, por favor, corre a su encuentro y pregúntale: “¿Te va bien? ¿Le va bien a tu marido? ¿Le va bien a tu hijo?”. Y ella respondió: — Bien.
Cuando ella llegó al monte, al hombre de Dios, se asió de sus pies. Guejazi se acercó para apartarla, pero el hombre de Dios le dijo: — Déjala, porque su alma está en amargura. El SEÑOR me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado.