Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Reyes 4:31-35 verso por verso
Entonces él se levantó y la siguió. Guejazi se adelantó a ellos y puso el bastón sobre la cara del niño. Pero este no habló ni reaccionó, de modo que Guejazi volvió al encuentro de Eliseo y le dijo: — El niño no se ha despertado.
Cuando Eliseo llegó a la casa, he aquí que el niño estaba muerto, tendido sobre su cama.
Entonces entró, cerró la puerta detrás de ellos dos, y oró al SEÑOR.
Después subió y se echó sobre el niño, su boca sobre su boca, sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre sus manos. Así se tendió sobre él, y el cuerpo del niño entró en calor.
Luego se volvió y se paseaba por la casa de un lado a otro. Después subió y se tendió sobre el niño, y el niño estornudó siete veces. Luego el niño abrió sus ojos.