Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Reyes 5:9-14 verso por verso
Entonces Naamán llegó con sus caballos y su carro, y se detuvo ante la puerta de la casa de Eliseo.
Y Eliseo le envió un mensajero que le dijo: — Ve, lávate siete veces en el Jordán, y tu carne te será restaurada, y serás limpio.
Naamán se enfureció y se fue diciendo: — He aquí, yo pensaba que seguramente él saldría, que puesto de pie invocaría el nombre del SEÑOR su Dios, y que moviendo su mano sobre el lugar sanaría la parte leprosa.
¿No son los ríos de Damasco, el Abana y el Farfar, mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podría yo lavarme en ellos y ser limpio? Y dando la vuelta, se iba enojado.
Pero sus siervos se acercaron a él y le hablaron diciendo: — Padre mío, si el profeta te hubiera mandado alguna cosa grande, ¿no la habrías hecho? Con mayor razón si él te dice: “Lávate y serás limpio”.
Entonces él descendió y se sumergió siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del hombre de Dios. Y su carne se volvió como la carne de un niño pequeño, y quedó limpio.