Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Reyes 9:4-10 verso por verso
Aquel joven, el criado del profeta, fue a Ramot de Galaad.
Entonces entró, y he aquí que los jefes del ejército estaban sentados. Y dijo: — Jefe, tengo un mensaje para ti. Jehú preguntó: — ¿Para cuál de todos nosotros? Y él respondió: — Para ti, jefe.
Jehú se levantó y entró en la casa, y el joven derramó el aceite sobre su cabeza y le dijo: — Así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: “Yo te he ungido rey del pueblo del SEÑOR, de Israel.
Tú herirás a los de la casa de Acab, tu señor, para que yo vengue la sangre de mis siervos los profetas y la sangre de todos los siervos del SEÑOR derramada por mano de Jezabel.
Toda la casa de Acab perecerá; exterminaré a todo varón de Acab en Israel, tanto a los esclavos como a los libres.
Yo haré a su casa como a la casa de Jeroboam hijo de Nabat y a la casa de Baasa hijo de Ajías.
Y a Jezabel la comerán los perros en la parcela de Jezreel. No habrá quien le dé sepultura”. En seguida abrió la puerta y huyó.