Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Samuel 1:11-14 verso por verso
Entonces David agarrando sus vestiduras las rasgó. Lo mismo hicieron todos los hombres que estaban con él.
E hicieron duelo, lloraron y ayunaron hasta el anochecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del SEÑOR y por la casa de Israel; porque habían caído a espada.
Después David preguntó al joven que le informaba: — ¿De dónde eres tú? Él respondió: — Soy hijo de un extranjero, un amalequita.
Le dijo David: — ¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para destruir al ungido del SEÑOR?