Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Samuel 11:4-13 verso por verso
David envió mensajeros y la tomó. Cuando ella vino a él, él se acostó con ella, que estaba purificándose de su impureza. Entonces ella regresó a su casa.
La mujer concibió y mandó que lo hicieran saber a David, diciendo: “Yo estoy encinta”.
Entonces David mandó a decir a Joab: “Envíame a Urías el heteo”. Y Joab envió a Urías a David.
Cuando Urías vino a él, David le preguntó cómo estaban Joab y el pueblo, y cómo iba la guerra.
Después David dijo a Urías: — Desciende a tu casa y lava tus pies. Cuando Urías salió del palacio, fue enviado tras él un obsequio de parte del rey.
Pero Urías durmió a la puerta del palacio junto con todos los siervos de su señor, y no descendió a su casa.
E informaron de esto a David diciendo: “Urías no descendió a su casa”. Entonces David preguntó a Urías: — ¿No has llegado de viaje? ¿Por qué no descendiste a tu casa?
Urías respondió a David: — El arca, Israel y Judá están en cabañas, y mi señor Joab y los servidores de mi señor están acampados al aire libre. ¿Y había yo de entrar en mi casa para comer y beber y dormir con mi mujer? ¡Por tu vida y por la vida de tu alma, que no haré semejante cosa!
David dijo a Urías: — Quédate hoy también aquí, y mañana te dejaré ir. Entonces Urías se quedó en Jerusalén aquel día y el día siguiente.
David lo invitó, y Urías comió y bebió con él; y lo emborrachó. Pero al anochecer él salió a dormir en su cama con los siervos de su señor, y no descendió a su casa.