Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Samuel 12:1-10 verso por verso
El SEÑOR envió a Natán a David, y al venir a él le dijo: — Había dos hombres en una ciudad: el uno rico y el otro pobre.
El rico tenía numerosas ovejas y vacas;
pero el pobre no tenía más que una sola corderita que él había comprado y criado, que había crecido junto con él y sus hijos. Comía de su pan, bebía de su vaso y dormía en su seno. La tenía como a una hija.
Pero un viajero vino al hombre rico, y este no quiso tomar una de sus ovejas o de sus vacas para guisarla para el viajero que le había llegado, sino que tomó la corderita de aquel hombre pobre, y la guisó para el hombre que había venido a él.
Entonces se encendió en gran manera la ira de David contra aquel hombre y dijo a Natán: — ¡Vive el SEÑOR, que el que hizo semejante cosa es digno de muerte!
Él debe pagar cuatro veces el valor de la corderita, porque hizo semejante cosa y no tuvo compasión.
Entonces Natán dijo a David: — Tú eres ese hombre. Así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: “Yo te ungí como rey sobre Israel y te libré de la mano de Saúl.
Te di la casa de tu señor y puse las mujeres de tu señor en tu seno. Te di la casa de Israel y de Judá; y por si esto fuera poco, yo te habría añadido muchas otras cosas.
¿Por qué, pues, menospreciaste la palabra del SEÑOR e hiciste lo malo ante sus ojos? Has matado a espada a Urías el heteo; has tomado a su mujer por mujer tuya, y a él lo has matado con la espada de los hijos de Amón.
Ahora pues, porque me has menospreciado y has tomado la mujer de Urías el heteo para que sea tu mujer, jamás se apartará la espada de tu casa.