Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Samuel 13:8-15 verso por verso
Tamar fue a la casa de su hermano Amnón, quien se encontraba acostado. Tomó masa, la amasó, hizo los pasteles delante de él y los coció.
Luego tomó la sartén y los sirvió delante de él. Pero Amnón no quiso comer. Y Amnón dijo: — ¡Hagan salir a todos de aquí! Y salieron todos de allí.
Entonces Amnón dijo a Tamar: — Trae la comida al dormitorio para que yo la coma de tu mano. Tamar tomó los pasteles que había cocido y los llevó a su hermano Amnón, al dormitorio.
Cuando ella se los puso delante para que él comiera, él asió de ella y le dijo: — Ven, acuéstate conmigo, hermana mía.
Ella le respondió: — ¡No, hermano mío! ¡No me fuerces, porque no se debe hacer esto en Israel! ¡No hagas tal vileza!
Porque, ¿adónde iría yo con mi deshonra? Tú mismo serías considerado como uno de los hombres viles en Israel. Ahora pues, habla al rey, y él no rehusará darme a ti.
Pero él no la quiso escuchar; sino que, siendo más fuerte que ella, la forzó y se acostó con ella.
Luego la odió Amnón con tal odio, que el odio con que la odió fue mayor que el amor con que la había amado. Y Amnón le dijo: — ¡Levántate; vete!