Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Samuel 19:32-39 verso por verso
Barzilai era muy anciano; tenía ochenta años. Él había sustentado al rey cuando permaneció en Majanaim, porque era un hombre muy rico.
El rey dijo a Barzilai: — Cruza conmigo; yo te sustentaré junto a mí en Jerusalén.
Pero Barzilai dijo al rey: — ¿Cuántos años me quedarán de vida, para que yo suba con el rey a Jerusalén?
Yo tengo ahora ochenta años; ¿podré distinguir entre lo bueno y lo malo? ¿Podrá saborear tu siervo lo que coma o beba? ¿Podré todavía oír la voz de los hombres y de las mujeres que cantan? ¿Para qué ha de ser tu siervo una carga más para mi señor el rey?
¿Por qué me ha de dar el rey esta recompensa? Tu siervo pasará un poco más allá del Jordán con el rey.
Por favor, deja a tu siervo que vuelva y que muera en mi ciudad, junto al sepulcro de mi padre y de mi madre. Pero aquí tienes a tu siervo Quimjam; que pase él con mi señor el rey, y haz por él lo que te parezca bien.
Entonces el rey dijo: — Que pase Quimjam conmigo, y yo haré por él lo que te parezca bien. Todo lo que tú me pidas yo te lo haré.
Todo el pueblo cruzó el Jordán, y también cruzó el rey. Luego el rey besó a Barzilai y lo bendijo, y este regresó a su casa.