Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Samuel 20:1-5 verso por verso
Ocurrió que se hallaba allí un hombre perverso que se llamaba Seba hijo de Bicri, de Benjamín. Este tocó la corneta y dijo: — ¡Nosotros no tenemos parte en David ni heredad en el hijo de Isaí! ¡Cada uno a su morada, oh Israel!
Así todos los hombres de Israel abandonaron a David y siguieron a Seba hijo de Bicri. Pero los hombres de Judá siguieron fielmente a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalén.
Cuando David llegó a su palacio en Jerusalén, tomó a las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar el palacio, y las recluyó en una casa. Él las sustentó, pero nunca más se unió a ellas, sino que quedaron recluidas, viviendo como viudas hasta el día de su muerte.
Después el rey dijo a Amasa: — Convócame a los hombres de Judá para dentro de tres días, y tú preséntate también aquí.
Amasa fue a convocar a Judá, pero se retrasó más del tiempo que le había sido señalado.