Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Samuel 22:40-48 verso por verso
Me ceñiste de poder para la batalla; doblegaste a mis enemigos debajo de mí.
Hiciste que mis enemigos me dieran las espaldas, y destruí a los que me aborrecían.
Clamaron, pero no hubo quien los salvara. Clamaron al SEÑOR, pero él no les respondió.
Los desmenucé como polvo de la tierra; los deshice como lodo de la calle y los aplasté.
“Tú me libraste de las contiendas de mi pueblo, y me guardaste como jefe de las naciones. Aun los pueblos que yo no conocía me sirvieron.
Los hijos de los extranjeros me adulaban; apenas oían de mí, me rendían obediencia.
Los hijos de los extranjeros se desvanecían y salían temblando de sus escondrijos.
“¡Viva el SEÑOR! ¡Bendita sea mi Roca! Sea ensalzado Dios, la roca de mi salvación,
el Dios que ejecuta mi venganza; somete a los pueblos debajo de mí