Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Samuel 8:3-14 verso por verso
También derrotó David a Hadad-ezer hijo de Rejob, rey de Soba, cuando este iba a establecer su dominio hasta el río Éufrates.
David le capturó mil setecientos jinetes y veinte mil hombres de infantería. Y desjarretó David todos los caballos de los carros, pero dejó de ellos los de cien carros.
Los sirios de Damasco fueron para ayudar a Hadad-ezer, rey de Soba; y David hirió a veintidós mil hombres de los sirios.
Después David instaló puestos militares entre los sirios de Damasco. Así llegaron los sirios a ser siervos de David y le llevaban tributo. Y el SEÑOR daba la victoria a David por dondequiera que iba.
David tomó los escudos de oro que llevaban los servidores de Hadad-ezer y los trajo a Jerusalén.
Asimismo, el rey David tomó gran cantidad de bronce de Beta y de Berotai, ciudades de Hadad-ezer.
Cuando Toi, rey de Hamat, oyó que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ezer,
Toi envió a su hijo Joram al rey David para saludarlo y felicitarlo por haber combatido contra Hadad-ezer y por haberlo derrotado, porque Toi estaba en guerra con Hadad-ezer. Joram llevó consigo objetos de plata, de oro y de bronce,
que el rey David también consagró al SEÑOR, junto con la plata y el oro que había consagrado de todas las naciones que había conquistado:
de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos, de Amalec y del botín de Hadad-ezer hijo de Rejob, rey de Soba.
David adquirió renombre cuando regresó de derrotar a dieciocho mil hombres de Edom en el valle de la Sal.
Él instaló puestos militares en Edom; por toda Edom instaló puestos militares, y todos los edomitas llegaron a ser siervos de David. Y el SEÑOR daba la victoria a David por dondequiera que iba.