• 2 Tesalonicenses 2:2

    que no sean movidos fácilmente de su modo de pensar ni sean alarmados ni por espíritu ni por palabra ni por carta como si fuera nuestra, como que ya hubiera llegado el día del Señor.

  • 2 Tesalonicenses 2:3

    Nadie los engañe de ninguna manera; porque esto no sucederá sin que venga primero la apostasía y se manifieste el hombre de iniquidad, el hijo de perdición.

  • 2 Tesalonicenses 2:4

    Este se opondrá y se alzará contra todo lo que se llama Dios o que se adora, tanto que se sentará en el templo de Dios haciéndose pasar por Dios.

  • 2 Tesalonicenses 2:5

    ¿No se acuerdan de que mientras yo estaba todavía con ustedes les decía esto?

  • 2 Tesalonicenses 2:6

    Ahora saben qué lo detiene, a fin de que a su debido tiempo él sea revelado.

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