Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Tesalonicenses 3:5-16 verso por verso
¡El Señor dirija el corazón de ustedes hacia el amor de Dios y la paciencia de Cristo!
Sin embargo, les mandamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que se aparten de todo hermano que ande desordenadamente y no conforme a la doctrina que recibieron de parte nuestra.
Ustedes mismos saben de qué manera deben imitarnos, porque no hemos vivido desordenadamente entre ustedes
ni hemos comido de balde el pan de nadie. Más bien, trabajamos arduamente hasta la fatiga, de noche y de día, para no serles gravosos a ninguno de ustedes;
no porque no tuviéramos autoridad sino para darles en nuestras personas un ejemplo a imitar.
Aún estando con ustedes los amonestábamos así: que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
Porque hemos oído que algunos andan desordenadamente entre ustedes, sin trabajar en nada sino entrometiéndose en lo ajeno.
A los tales les ordenamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo que trabajando sosegadamente coman su propio pan.
Y ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien.
Si alguno no obedece nuestra palabra por carta, a ese señálenlo y no tengan trato con él, para que le dé vergüenza.
Pero no lo tengan por enemigo sino amonéstenlo como a hermano.
Y el mismo Señor de paz les dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos ustedes.