Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Tesalonicenses 3:8-10 verso por verso
ni hemos comido de balde el pan de nadie. Más bien, trabajamos arduamente hasta la fatiga, de noche y de día, para no serles gravosos a ninguno de ustedes;
no porque no tuviéramos autoridad sino para darles en nuestras personas un ejemplo a imitar.
Aún estando con ustedes los amonestábamos así: que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.