Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Tesalonicenses 3:8-12 verso por verso
ni hemos comido de balde el pan de nadie. Más bien, trabajamos arduamente hasta la fatiga, de noche y de día, para no serles gravosos a ninguno de ustedes;
no porque no tuviéramos autoridad sino para darles en nuestras personas un ejemplo a imitar.
Aún estando con ustedes los amonestábamos así: que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
Porque hemos oído que algunos andan desordenadamente entre ustedes, sin trabajar en nada sino entrometiéndose en lo ajeno.
A los tales les ordenamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo que trabajando sosegadamente coman su propio pan.