• 2 Timoteo 2:1

    Tú pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que es en Cristo Jesús.

  • 2 Timoteo 2:2

    Lo que oíste de parte mía mediante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.

  • 2 Timoteo 2:3

    Tú, pues, sé partícipe de los sufrimientos como buen soldado de Cristo Jesús.

  • 2 Timoteo 2:4

    Ninguno en campaña militar se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo alistó como soldado.

  • 2 Timoteo 2:5

    Además, si algún atleta compite, no es coronado a menos que compita según las reglas.

  • 2 Timoteo 2:6

    El labrador que trabaja esforzadamente es quien debe recibir primero su parte de los frutos.

  • 2 Timoteo 2:7

    Considera bien lo que digo pues el Señor te dará entendimiento en todo.

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