• 2 Timoteo 2:15

    Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.

  • 2 Timoteo 2:16

    Pero evita las profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.

  • 2 Timoteo 2:17

    Y la palabra de ellos carcomerá como gangrena. Entre ellos se cuentan Himeneo y Fileto,

  • 2 Timoteo 2:18

    quienes se extraviaron con respecto a la verdad sosteniendo que la resurrección ya ha ocurrido, y trastornaron la fe de algunos.

  • 2 Timoteo 2:19

    A pesar de todo, el sólido fundamento de Dios queda firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos y “Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor”.

  • 2 Timoteo 2:20

    Pero en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata sino también de madera y de barro. Además, unos tienen fines especiales y otros tienen fines comunes.

  • 2 Timoteo 2:21

    Así que, si alguno se limpia de estas cosas será un vaso para honra, consagrado y útil para el Señor, preparado para toda buena obra.

  • 2 Timoteo 2:22

    Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz con los que de corazón puro invocan al Señor.

  • 2 Timoteo 2:23

    Pero evita las discusiones necias e ignorantes sabiendo que engendran contiendas.

  • 2 Timoteo 2:24

    Pues el siervo del Señor no debe ser contencioso sino amable para con todos, apto para enseñar y sufrido;

  • 2 Timoteo 2:25

    corrigiendo con mansedumbre a los que se oponen, por si quizás Dios les conceda que se arrepientan para comprender la verdad

  • 2 Timoteo 2:26

    y se escapen de la trampa del diablo, quien los tiene cautivos a su voluntad.

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