• 2 Timoteo 4:1

    Te requiero delante de Dios y de Cristo Jesús, quien ha de juzgar a los vivos y a los muertos tanto por su manifestación como por su reino:

  • 2 Timoteo 4:2

    Predica la palabra; mantente dispuesto a tiempo y fuera de tiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y enseñanza.

  • 2 Timoteo 4:3

    Porque vendrá el tiempo cuando no soportarán la sana doctrina; más bien, teniendo comezón de oír, amontonarán para sí maestros conforme a sus propias pasiones

  • 2 Timoteo 4:4

    y, a la vez que apartarán sus oídos de la verdad, se volverán a las fábulas.

  • 2 Timoteo 4:5

    Pero tú, sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista; cumple tu ministerio.

  • 2 Timoteo 4:6

    Porque yo ya estoy a punto de ser ofrecido en sacrificio, y el tiempo de mi partida ha llegado.

  • 2 Timoteo 4:7

    He peleado la buena batalla, he acabado la carrera; he guardado la fe.

  • 2 Timoteo 4:8

    Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, el Juez justo, en aquel día. Y no solo a mí sino también a todos los que han amado su venida.

Continúa después de la publicidad