Explicación, estudio y comentario bíblico de 2 Timoteo 4:16-22 verso por verso
En mi primera defensa nadie estuvo de mi parte. Más bien, todos me desampararon. No se les tome en cuenta.
Pero el Señor sí estuvo conmigo y me dio fuerzas para que, por medio de mí, fuera cumplida la predicación, y que todos los gentiles escucharan. Y fui librado de la boca del león.
El Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Saluda a Priscila y a Aquilas, y a la casa de Onesíforo.
Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo lo dejé enfermo en Mileto.
Procura venir antes del invierno. Te saludan Eubulo, Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos.
El Señor Jesucristo sea con tu espíritu. La gracia sea con ustedes.