Explicación, estudio y comentario bíblico de Amós 2:6-30 verso por verso
Así ha dicho el SEÑOR: “Por tres pecados de Israel, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque venden por dinero al justo y al pobre por un par de zapatos,
codician hasta el polvo de la tierra que está sobre la cabeza de los empobrecidos y trastornan el camino de la gente humilde. Un hombre y su hijo tienen relaciones con la misma joven, profanando así mi santo nombre.
Sobre ropas retenidas en prenda se recuestan junto a cualquier altar, y en la casa de sus dioses beben el vino de los multados.
“Yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya estatura era como la altura de los cedros y que era fuerte como una encina. Destruí su fruto arriba y sus raíces abajo.
Los hice subir de la tierra de Egipto y durante cuarenta años los hice caminar por el desierto, y caminé con ustedes por el desierto para que poseyeran la tierra del amorreo.
Levanté profetas de sus hijos y nazareos de sus jóvenes. ¿No es esto así, hijos de Israel?, dice el SEÑOR.
Pero ustedes dieron de beber vino a los nazareos y a los profetas mandaron diciendo: ‘¡No profeticen!’.
Yo, pues, haré tambalear sus pies como se tambalea la carreta repleta de gavillas.
“El veloz no alcanzará refugio; al fuerte no le ayudará su fuerza ni librará su vida el valiente.
El que toma el arco no resistirá ni escapará el rápido de pies ni el que monta a caballo salvará su vida.
El más valiente de los valientes huirá desnudo en aquel día”, dice el SEÑOR.