Explicación, estudio y comentario bíblico de Apocalipsis 2:1-14 verso por verso
“Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su mano derecha, el que camina en medio de los siete candeleros de oro, dice estas cosas:
Yo conozco tus obras, tu arduo trabajo y tu perseverancia; que no puedes soportar a los malos, que has puesto a prueba a los que dicen ser apóstoles y no lo son, y que los has hallado mentirosos.
Además, sé que tienes perseverancia, que has sufrido por causa de mi nombre y que no has desfallecido.
“Sin embargo, tengo contra ti que has dejado tu primer amor.
Recuerda, por tanto, de dónde has caído. ¡Arrepiéntete! Y haz las primeras obras. De lo contrario, yo vendré pronto a ti y quitaré tu candelero de su lugar, si no te arrepientes.
“Pero tienes esto: que aborreces los hechos de los nicolaítas, que yo también aborrezco.
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venza le daré de comer del árbol de la vida que está en medio del paraíso de Dios.
“Escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el último, el que estuvo muerto y vivió, dice estas cosas:
Yo conozco tu tribulación y tu pobreza — aunque eres rico — , y la blasfemia de los que dicen ser judíos y no lo son; más bien, son sinagoga de Satanás.
No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo va a echar a algunos de ustedes en la cárcel para que sean probados, y tendrán tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venza, jamás recibirá daño de la muerte segunda.
“Escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice estas cosas:
Yo conozco dónde habitas: donde está el trono de Satanás. Y retienes mi nombre y no has negado mi fe, aun en los días de Antipas, mi testigo fiel, quien fue muerto entre ustedes, donde mora Satanás.
“Sin embargo, tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes allí a algunos que se adhieren a la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo delante de los hijos de Israel, a comer de lo sacrificado a los ídolos y a cometer inmoralidad sexual.