Explicación, estudio y comentario bíblico de Apocalipsis 21:16-66 verso por verso
La ciudad está dispuesta en forma cuadrangular. Su largo es igual a su ancho. Él midió la ciudad con la caña, y tenía dos mil doscientos kilómetros. El largo, el ancho y el alto son iguales.
Midió su muro, setenta metros según medida de hombre, que es la del ángel.
El material del muro era jaspe, y la ciudad era de oro puro semejante al vidrio limpio.
Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de ágata, el cuarto de esmeralda,
el quinto de ónice, el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de berilo, el noveno de topacio, el décimo de crisoprasa, el undécimo de jacinto, el duodécimo de amatista.
Las doce puertas eran doce perlas; cada puerta fue hecha de una sola perla. La plaza era de oro puro como vidrio transparente.
No vi en ella templo, porque el Señor Dios Todopoderoso, y el Cordero, es el templo de ella.
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna, para que resplandezcan en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lámpara.
Las naciones andarán a la luz de ella, y los reyes de la tierra llevan a ella su gloria.
Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.
Y llevarán a ella la gloria y la honra de las naciones.
Jamás entrará en ella cosa impura o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.