Explicación, estudio y comentario bíblico de Apocalipsis 5:3-5 verso por verso
Pero ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro; ni siquiera mirarlo.
Y yo lloraba mucho, porque ninguno fue hallado digno de abrir el libro; ni siquiera de mirarlo.
Y uno de los ancianos me dijo: “No llores. He aquí el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos”.