A pesar de todo: cómo lidiar con los que te hacen la vida imposible
Es tan fácil odiar los pecados y errores de los demás, pero cuando nos miramos a nosotros mismos, descubrimos que somos peores de lo que imaginamos.
Es tan fácil odiar los pecados y errores de los demás, pero cuando nos miramos a nosotros mismos, descubrimos que somos peores de lo que imaginamos.
La mejor forma de mostrale a algo o a álguien que realmente nos importa, es dedicándole nuestro tiempo.
El hombre que deja el arrepentimiento fuera de su vida, vive en arenas movedizas, hundiéndose y pensando que no necesita ayuda.
Descubrir el tiempo correcto para las cosas y saber tomar las actitudes correctas en dependencia del Señor, es lo que nos garantiza el triunfo.
Las tormentas hacen parte de la vida del hombre, y aunque ellas dejan destrucción, al final son instrumentos de renovación .
Si realmente queremos ser felices necesitamos aprender a disfrutar los momentos de alegría, pero no aferrarnos a ellos.
Nada justifica la división entre hermanos y mucho menos la política.
Aprender a sobrellevar la lucha de la vida cuando nos enfrentamos a los imposibles, solo se logra si tenemos el elemento fe.
Ser un instumento en las manos de Dios es un privilegio y una gran responsabilidad. Por esta razón Dios necesita constantemente disciplinar sus instrumentos para protgerlos de la vanagloria.
Nuestros pecados y carnalidad nos recuerdan que la salvación viene del Señor y que dependemos de él para poder ser perdonados.